Como Imanes

Almas en conexión, no entienden de distancias, no entienden de edades, sientes la intensidad en las miradas, en las manos entrelazadas, en el sentimiento mutuo, almas en conexión sin límite de tiempo, ni espacio.

Existen. Corresponden al mínimo movimiento, a las más discretas intenciones, juegan y van, dicen y desdicen, visten y desvisten, en armonía, sincronizadamente, y sin ensayos, sin miedo a los desmayos, sin ganas de deternse, sin ánimos de abstenerse.

Místico y casi sin misterios, no se necesitan más elementos, menos de palabras, no hay requerimientos, salvo el existir, el coexistir, el estar ahí; más o menos es así, difícil de enteder, sencillo de sentir y se hace fácil darse cuenta.

¿Debería tener cuidado al encontrarme con una de ellas? Ya, a estas alturas, no sé qué más puede pasar; pero siempre pasa algo nuevo, aunque a veces sienta miedo, debo de reconocer que finalmente siempre es bueno.

¿Cuestion de magnetismo? Y a veces me siento el polo más grande cuando realmente soy el más pequeño; igual es lo de menos salvo al final; y de finales no quiero hablar.

Descubrir qué hay dentrás del pañuelo de mago, viajar, dejarse llevar o ¿detenerse?